Cuando nos juntamos con Fernando, él tenía claro lo que quería, de hecho venía trabajando en este proyecto desde hacía varios años. Pero también sabía que era delicado el equilibrio entre un producto innovador, seductor y discreto, sin que cayera en el casillero de lo estrictamente erótico.

Nosotros buscamos ese equilibrio, partiendo de la premisa clara de un producto dual, apto para todos los momentos de la pareja, cuidando lo más esencial de esta: la intimidad. 

A su vez, lo asesoramos en las herramientas que existen y que permitieron que este proyecto obtuviera el apoyo económico de la Agencia Nacional de Investigación e  Innovación (ANII).

Lo diáfano, lo etéreo, un claro de luna.

La magia de la luz presente en esta luminaria; esconde y muestra en su liviandad, decora y promete en una pared.

La de Måne es una idea simple con una compleja tecnología detrás. Usando una novedosa técnica, permite el cambio de opacidad a transparencia del vidrio mediante electricidad. Cuando el cristal no recibe corriente eléctrica, es de color blanco e impide que se vea el espejo; cuando se habilita el pasaje de electricidad, la lámina se vuelve transparente, dejando a la vista lo que más quieras reflejar.

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